7 x 57 Mauser

HISTORIA:
Creado por Paul Máuser para el fusil Máuser modelo 1892, por sus grandes cualidades balísticas fue inmediatamente adoptado como cartucho reglamentario para el ejército en España en 1893 (de ahí su denominación) además de otros países como : México, Brasil, Chile, Colombia, Uruguay… se trata de un cartucho de percusión central cargado con pólvora sin humo y que montaba una bala con un diámetro nominal de 7 mm (0.275 pulgadas), con una vaina de 57 mm de largo. Su bautismo de fuego fue en la Guerra Hispano-Estadounidense de Cuba, en la cual demostró sus fantásticas características balísticas,
Este cartucho, es el más representativo de la producción Española y ha sido reglamentario durante muchos años en nuestro Ejército

En los tiempos tan convulsos que se vivían a fínales del siglo XIX, en las colonias Españolas de ultramar , España se encuentra con la necesidad de fabricar sus propios cartuchos, con la intención de ser autosuficiente y no tener que depender de los proveedores extranjeros ( DWM , SFM, FN… ) siendo la empresa entonces privada SOCIEDAD SANTA BARBARA ubicada en Lugones ( Asturias ), la primera en fabricar dentro del territorio nacional este cartucho. Posteriormente y con la clara intención de autoabastecerse, la FABRICA DE TOLEDO remodeló sus talleres y adquirió maquinaria nueva para la fabricación de dicho calibre, siendo fabricados en Toledo los primeros lotes en el final de la primavera de 1896, al principio con materias primas procedentes del extranjero, no tardando mucho tiempo en ser autosuficientes recibiendo la pólvora de la FABRICA DE POLVORAS DE EL FARGUE ( Granada ) dependiente ya en aquella época del Ejercito y los pistones y plomo de la PIROTECNICA DE SEVILLA, también dependiente del ejercito.

A posteriori se incorporo a la fabricación de dicho cartucho la PIROTECNICA DE SEVILLA, de esta manera el monopolio a la hora de fabricar este cartucho competía exclusivamente al Ejercito. Posteriormente y a causa de la Guerra Civil Española 1936-1939 y tras la destrucción parcial de la FABRICA DE TOLEDO, parte de la maquinaria se traslada a la ciudad de Palencia, montándose allí una fabrica en el año 1937, que junto a la Sevillana y la rehabilitada de Toledo cierran el circulo de las tres fabricas dependientes del Ejercito que fabricaron los cartuchos de 7×57 hasta su fin en el año 1962, aunque se continuo fabricando munición para uso cinegético hasta el año 1976, llegándose a fabricar desde sus inicios en España, hasta su desaparición, mas de 50 modelos diferentes.
Según las normas oficiales de la C.I.P., el casquillo del 7 x 57 Mauser puede soportar presiones de hasta 390 MPa (56564 psi). En los países regulados por la C.I.P., cada fusil y su respectivo cartucho deben ser probados al 125% de la presión máxima fijada por la C.I.P. para certificar su seguridad y poder ser vendidos. En comparación, la asociación de industrias estadounidenses SAAMI especifica una presión máxima de 46000 UCP (Unidades Copper de Presión).Esta especificación más baja se debe a los cerrojos y cajones de mecanismos más débiles de los fusiles Mauser 93 y 95, que todavía se encuentran en uso.
Los cartuchos actuales de 7 mm europeos montan una bala con un diámetro de 7,24 mm (0.285 pulgadas), mientras que los cartuchos 7 mm estadounidenses montan balas con un diámetro de 7,21 mm (0.284 pulgadas).
Es reconocido como un hito en el diseño del cartucho moderno, y aunque ya obsoleto como un cartucho militar, permanece en amplio uso internacional como muy apto para el uso cinegético con una gran variedad de cargas y tipos de proyectiles lo que le permite abarcar un amplio espectro de especies cinegéticas