20 x 26.5 R British Cable Cutter Mk IIIZ

HISTORIA:
Durante las dos primeras guerras mundiales se protegieron ciudades e instalaciones sensibles de ataques aéreos rodeándolas con globos aerostáticos cautivos. Si una aeronave intenta entrar en la zona protegida, los cables de estos globos causan daños en las alas o se enredan en las hélices. Además se construyeron “minas volantes” que explotaban cuando el cable era golpeado. Hay varios modelos, este en concreto de hacia 1940 está formado por el culote de un cartucho de escopeta calibre 12 que dispara un proyectil, que es un simple pedazo de acero de alta velocidad muy afilado.

La solución obvia es disparar contra los globos, pero no es tan sencillo destruir una estructura así. El proyectil a menudo dobla la tela sin llegar a perforarla (en la sección de curiosidades hay el dibujo de un cartucho especial incendiario y con cuchillas creado con este fin) podía situarse fácilmente el globo por encima del techo máximo del avión, los globos pueden deshincharse demasiado lentamente para ser práctico y los cables y lonas cayendo y enganchándose en sus vecinos complican más las cosas.

Los británicos crearon otro sistema: reforzaron los bordes de ataque de las alas y a intervalos instalaron un dispositivo corta cables. Al impactar contra un cable, este se deslizaba siguiendo la forma del ala hasta que tocaba uno de estos dispositivos, momento en el que llegaba a un tope de acero donde queda detenido y se disparaba el cartucho lanzando su afilado proyectil.

Los alemanes utilizaban otro método. Los aviones que avanzan en vanguardia llevan dos largos brazos sujetos al morro en forma de V. Entonces se dirigen directamente contra los cables, que al chocar contra esta V son simplemente apartados sin causar daños.